martes, 24 de diciembre de 2013

La farsa de una fecha (25 de diciembre).


Tomada de "SOY ATEO Y QUÉ" (FB)
Por la Asociación de Ateos Dominicanos (ATEODOM).

Texto tomado de la página de Facebook: "SOY ATEO Y QUÉ".


Ya casi es Navidad y desde hace un tiempo viene circulando por las páginas ateas una imagen que afirma que muchos dioses o profetas antiguos nacieron el 25 de diciembre. 

Cualquier persona medianamente educada y con conocimientos básicos de historia y mitología, sabe que la imagen es un engaño y los datos que proporciona son completamente falsos. Pero como sabemos, gran parte de los ateos de facebook no se caracterizan por ser muy brillantes o instruidos, así que acá desmentiremos la imagen y daremos los datos correctos.

Jesús de Nazaret: según su mitología NO nació un 25 de diciembre. Como muchos saben, la celebración del nacimiento de Jesús el 25 de diciembre, se debe a la antigua celebración del nacimiento anual del dios-Sol en el solsticio de invierno (natalis invicti Solis), adaptada por la Iglesia católica en el tercer siglo d. C. para permitir la conversión de los pueblos paganos.

Zarathustra: según su mitología NO nació un 25 de diciembre; de hecho, nadie sabe con certeza dónde ni cuándo nació, pero en Irán se celebra una festividad en su honor el 26 de marzo, que forma parte del Festival de Año Nuevo iraní.

Horus: según su mitología NO nació un 25 de diciembre; de acuerdo con el calendario del Antiguo Egipto, Horus habría nacido EN VERANO.

Krishna: según su mitología NO nació un 25 de diciembre; los hinduistas celebran el cumpleaños de Krishna el 28 de agosto.

Budda: según su mitología NO nació un 25 de diciembre; los budistas celebran su cumpleaños en distintos días de mayo, dependiendo del año. En Japón se celebra el 8 de abril.

Heracles: según su mitología NO nació un 25 de diciembre; los antiguos griegos celebraban el nacimiento de Heracles en el cuarto día de cada mes griego.

Dionisio: según su mitología NO nació un 25 de diciembre; no existe registro sobre una fecha de nacimiento exacta.

Mitrhas de Persia: según su mitología NO nació un 25 de diciembre. El Mitra romano SÍ; del Mitra romano sí copiaron los cristianos.

Adonis: según su mitología NO nació un 25 de diciembre; no existe registro sobre una fecha de nacimiento exacta ni tampoco hay versiones autorizadas de su nacimiento. La versión más aceptada es que fue engendrado tras una unión incestuosa entre Tías, rey de Esmirna o Siria y su hija Mirra.

Tammuz de Babilonia: según su mitología NO nació un 25 de diciembre; los romanos lo adoptaron e impusieron la celebración de su alumbramiento un 25 de diciembre como el festival de invierno. Tammuz para los romanos era Saturno. Como dato adicional, Tamuz también es el nombre el décimo mes del calendario hebreo moderno, equivalente a junio-julio del calendario gregoriano.

Como vemos, la imagen es un fraude. A pesar de esto sigue difundiéndose por gente sin un mínimo de educación, incapaz de tomarse un minuto para informarse sobre lo que comparte, incurriendo en basar su ateísmo en la fe ciega hacia documentales fraudulentos como Zeitgeist.

Muy cuestionable el conocimiento histórico del Jesús bíblico

Orbis Beltré
Por Orbis Beltré / Relacionista público de la Asociación de Ateos Dominicanos (ATEODOM).
Nos gustaría mucho que la gente leyera más la Biblia, que la estudiara más, que la analizara y que entonces fuera a partir de ahí que cada persona empezara a creer o a no creer en toda esa literatura. 
Por nuestra parte, no debemos  considerar la Biblia como el libro que explica el origen y la historia de la humanidad, y ni siquiera como un libro que cuenta la historia de un pueblo en particular. 
La Biblia no es una bibliografía, ni geológica, ni antropológica, ni históricamente confiable, por la razón que la mayoría de los acontecimientos que narra, o al menos los más importantes, no son demostrables. 
En cuanto a tal, todas las veces que la Biblia sea sometida al criterio de las ciencias sociales, será confirmada como un libro de fábulas, y muchas incluso, plagiadas.

Y si es que usted cree que el libro de Génesis del Antiguo Testamento guarda la palabra del Dios de Israel, le aseguramos que no es lo que seguirá creyendo si se decidiera a estudiar la civilización sumeria, que es arqueológicamente, la más antigua de la que se tenga registro.

En cuanto a que la biblia habla de cosas que actualmente están pasando, aclaramos que eso no tiene nada de novedad. Para cuando tales cosas se escribieron en sentido “profético”, hacía mucho tiempo que ya estaban pasando en este mundo.
 

Digno de observarse es esto: cuando los discípulos le preguntaron al Jesús bíblico que cuáles serían las señales del fin de los tiempos y de su regreso, ese Jesús contestó: “Habrá guerras y rumores de guerras, se levantará nación contra nación, y reino contra reino; habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambrunas y alborotos”.

El caso es que, si estudiamos las civilizaciones precristianas, inmediatamente tenemos que concluir convirtiendo en verdad resolutada, una de estas dos hipótesis: o Jesús no dijo eso, o Jesús era un gran ignorante y desconocedor de la historia de la humanidad.

Y es que al estudiar las civilizaciones precristianas, nos damos cuenta de que cada una incluía en su configuración, un ejército de guerreros entrenados no solo para la defensa de su territorio, sino que también para hacer la guerra más allá de sus fronteras. Y pueden dudarlo, pero aquellas guerras eran más cruentas e inmorales que las guerras actuales. Si alguien tuviera que elegir morir por una de dos formas únicas, estamos seguros de que preferiría morir atravesado por la bala de una M16, antes que atravesado por una espada de piedra o de madera.

En aquel mundo que precedió al cristianismo, nunca dejó de haber guerras y rumores de guerras. Y se levantó nación contra nación, y reino contra reino... en aquel mundo de cientos y de miles de años antes del Jesús bíblico, hubo terremotos, hambrunas y alborotos y enfermedades. Y siempre hubo terrorismo, crímenes y asesinatos, traición, usura y conspiraciones de toda índole.
 

En aquel mundo precristiano, hubo también choques de meteoritos contra la tierra; hubo tornados, ciclones y maremotos; hubo inundaciones, sequías y estremecedoras erupciones volcánicas que con su lava ardiente arrasaron toda forma de vida a su paso.

Antes de que se escribiera la Biblia, y antes del cristianismo, amigas y amigos, tanto el ser humano como la naturaleza, ya habían hecho sus respectivos aportes en nuestro planeta, para un largometraje de vicisitudes y de miserias, que muchas veces conllevaron a la extinción sistemática de pueblos y de civilizaciones enteras.

De manera que, con lo que se lee en Marcos 13:7-8 del Nuevo Testamento de la Biblia judeocristiana, quedan al descubierto, puntualizamos, o un Jesús practicante de una ignorancia vergonzosa, o unos muy toscos creadores de ese Jesús.