jueves, 23 de enero de 2014

Una propuesta nacional

Por ATEODOM / Asociación de Ateos Dominicanos
República Dominicana
Comenzamos un nuevo año y nuestra población se llena de esperanzas; sueña con un cambio en su situación. Pero hemos de saber que los cambios no se producen porque haya esperanza de que se produzcan. Es necesario que hagamos planes de trabajo, porque solo el trabajo nos das el cambio de las cosas.
La sociedad necesita integrarse a los trabajos de nuestros líderes, para mostrarles qué es lo que queremos. Nuestros líderes deben de ser portadores de nuestras metas, y deben practicar nuestras ideas.
Para lograr transmitirle a nuestros líderes qué es lo que queremos, debemos estar organizados y ser partícipes de todas las actividades que se desarrollan en nuestros municipios.
La Constitución de la República nos emplaza a organizarnos, a reclamar ese derecho inalienable de progreso, de vivir en armonía social y por consiguiente, en paz.
Debemos aclarar que cuando hablamos de que debemos tomar las riendas de nuestros municipios, no pretendemos imponer una dictadura  de la sociedad civil fuera de las leyes que norman la convivencia.  Solo queremos que las autoridades no usen su mandato para incumplir su deber de servirnos con rigor profesional y un alto sentido de honestidad.
ATEODOM exhorta  a  la ciudadanía a tomar el control de todas las actividades de sus municipios, con el fin de que las mismas se realicen con la debida eficiencia. Para ello proponemos la organización de asociaciones de usuarios, que informarían a las autoridades, qué problemas tenemos, las soluciones que demandamos, cómo y en qué tiempo deben ser ejecutadas.
Las asociaciones de usuarios han de luchar por tener un vocero en cada institución para llevar las ideas y proyectos de su comunidad. Este vocero  a su vez, no debe estar autorizado a firmar   ningún proyecto, lo cual ha de ser una prerrogativa de las asambleas de usuarios.
Los síndicos y regidores; los diputados y los senadores, deben de consultar con las asociaciones de usuarios antes de ser concebido cualquier proyecto de incidencia social.
Es importante aclarar, que puesto que la Constitución dominicana es categórica en reseñar que los Poderes emanan del pueblo, tales  Poderes  han de deberse al pueblo; y es lo mismo que, ninguna autoridad debe actuar al margen del conocimiento de la voluntad de la ciudadanía en cualquier circunstancia. Asumiendo esta conciencia, la sociedad evitaría que se repita en el futuro, que legisladores/as inescrupulosos/as aprueben, en perjuicio de los intereses de la nación, contratos “sin ser leídos”, como ocurrió recientemente respecto a la negociación de nuestro oro con una empresa extranjera.
ATEODOM propone que vivamos en consonancia con la ley. ATEODOM propone que el Estado dominicano sea un intransigente practicante de la Constitución  de la República.
Hacemos un ferviente llamado a la ciudadanía, para que se empodere con el conocimiento de sus derechos y de sus deberes constitucionales, así como  con el conocimiento de cada una de las leyes que norman el país, y que garantizan el bienestar humano en un orden de justicia social.
Apelar a la exigencia de que se cumplan la Constitución y las leyes de la República, es el único medio lícito que nos permitirá como sociedad, liberarnos del empobrecimiento y de todos sus males adyacentes. En ATEODOM citamos a Albert Einstein: “El mundo no está en peligro por las malas personas, sino por aquellas que permiten la maldad”.
 Queremos una sociedad participativa; queremos una sociedad motivada en el bien y la paz de todos.
 De la delincuencia y la Policía Nacional
Reclamamos acciones fuertes contra la delincuencia en cualesquiera de sus modalidades y/o manifestaciones. ATEODOM clasifica la delincuencia que nos está hundiendo como sociedad, en dos categorías:
 Delincuencia política
Esta es la peor de las dos categorías de la delincuencia que nos afecta; y aunque sabemos que la ciudadanía casi en sentido general se ha resignado a convivir con este tipo de delincuencia, debemos decirle al pueblo dominicano, que ese monstruo no  es invencible, y que su única fortaleza es nuestro desconocimiento de la Constitución y de las leyes, o nuestra indiferencia.
 Delincuencia de subsistencia
 Aunque es la más sentida delincuencia, la que cada día derrama sangre de ciudadanos/as inocentes; aunque esta es la delincuencia más activa y despiadada en las calles de nuestras ciudades, no es sino, la consecuencia de la delincuencia política.
La delincuencia política es aquella que se aposenta en  los Poderes del Estado; es la causante del empobrecimiento de nuestro pueblo, y es la generadora de la que podría llamarse delincuencia de subsistencia, o delincuencia manufacturada en el empobrecimiento social al que nos ha sometido la corrupción de los gobiernos que hemos tenido los últimos 50 años.
Queremos que el pueblo dominicano entienda, que esa delincuencia de subsistencia que azota como una pandemia todos los rincones de la geografía nacional provocando lesiones permanentes, muerte  y dolor, no es casual. La delincuencia de subsistencia es, reiteramos, un efecto de la delincuencia política que ha estado accionando durante décadas los tres Poderes que sustentan al Estado dominicano.
La razón por la que esta delincuencia de subsistencia  cada día se deja sentir más criminar, despiadada y desafiante, es exactamente porque  se apoya en quienes están llamados/as a prevenirla y/o enfrentarla, pero que no hacen más que incentivarla y al parecer, quienes sí creemos en el país, y quienes sí amamos esta Patria, no nos hemos estado dando cuenta.
La Policía Nacional dominicana lleva más de 50 años aplicando un método de “mano dura” contra la delincuencia de subsistencia. Tal método  consiste en  los denominados “intercambios” de disparos… pero esto no es otra cosa que ejecuciones extrajudiciales; una violación fraganti  por parte de la Policía Nacional dominicana a la Constitución de la República, que no contempla la pena de muerte, y que la prohíbe.
La Policía Nacional dominicana no solo ha violado reiteradamente la Constitución de la República en su proceder chapucero y criminal, sino que al día de hoy, no tiene logros favorables que la justifiquen como institución que está llamada a garantizarnos protección y seguridad ciudadana.
Cuando reclamamos ACCIONES FUERTES CONTRA LA DELINCUENCIA, no estamos sugiriendo  que la Policía Nacional dominicana continúe disparando contra ciudadanos en problemas con la ley; estamos apelando a que los Poderes del Estado se sincericen y que admitan su desidia, su complicidad en este mal, y que ahora en hechos, no en palabras, empezando por sí mismas nos demuestren que están en disposición de marcar un antes y un después, asumiendo al mismo tiempo, la responsabilidad ineludible de hacer de la figura autoridad, el  paradigma para una sociedad confiable y próspera.
ATEODOM considera que la Policía Nacional dominicana debe ser una institución modelo de buena conducta, y que sus filas deben estar integradas por hombres y mujeres de alta estima. 
Reconocemos que hasta el día de hoy, la Policía Nacional dominicana ha tenido que sufrir la más indignante marginación de parte del Estado.
Ha llegado el momento para hacer que la Policía Nacional sea una de las instituciones del Estado a la que aspiren a llegar los/as jóvenes más inteligentes, educados, honestos y amantes de nuestra nación.
Y si es verdad que el Estado dominicano no dispone de los recursos económicos necesarios para equipar con los mejores instrumentos del mundo a nuestra Policía Nacional, al mismo tiempo de pagarle a cada miembro de la misma un sueldo mínimo de 50 mil pesos, tampoco es verdad que debemos darnos el lujo, de siendo apenas un país de menos de 50 mil kilómetros cuadrados y 10 millones de habitantes, tener un parlamento bicameral.
ATEODOM considera que la responsabilidad de la labor legislativa del país, puede ser asumida, e incluso ser más eficiente que lo que ha sido hasta hoy, por un congreso unicameral, que se llamaría Cámara de senadores.
Proponemos pues, que los recursos económicos que el Estado gasta en pagos de privilegios y de sueldos lujosos a unos legisladores superfluos como los/as diputados/as, sean invertidos en la reformación de la Policía Nacional, para que sea una verdadera policía, y para que como sociedad nos sobre moral para exigirle compromiso profesional, pulcritud y entrega en su deber garantizarnos protección y seguridad ciudadana.
Otro de los males sociales que hemos advertido, es que la Policía Nacional ha sido hasta el presente, la receptora agradecida de los más poéticos métodos que emplea la delincuencia de subsistencia para operar impunemente en nuestros barrios y ciudades.
La única forma posible de acabar con esta antiquísima forma de corrupción, es que el Estado dominicano ofrezca al policía, más de lo que podría ofrecerle aquel antisocial que cruza un semáforo en rojo, que arrebata un celular, que arrebata una prenda de oro, que se roba una motocicleta o cualquier vehículo, que atraca al turista que nos visita, que atraca a cualquier ciudadano para despojarlo de su sueldo quincenal, etc.
Si el Estado le garantiza al policía, un sueldo mínimo de 50 mil pesos, un plan de retiro a los 20 años de servicio con una pensión que le permita seguir viviendo sin la necesidad de emplearse como “guachimán”; si además el Estado le garantiza al policía, asistencia de calidad en educación y salud, tanto a él como a su familia, es infalible que el resultado inmediato será un país seguro.
A todo esto agregamos, que el desenvolvimiento de la Policía Nacional sea adecuadamente supervisado. Proponemos que esa supervisión la ejerza la ciudadanía que durante largos años ha deseado seguridad social; que la ciudadanía esté pendiente de cómo se desenvuelven los policías de su municipio, los fiscales y cualquier autoridad llamada a cumplir un rol en aras de que República Dominicana sea un lugar seguro.
Proponemos que los/as munícipes  incidan en  el funcionamiento de los cuarteles policiales y evitar así,  que policías y fiscales incurran en acciones contrarias a la ley.
ATEODOM entiende que la indiferencia de la ciudadanía, no es la que genera la corrupción, pero es  la que la hace germinar y persistir como mal social.
Las organizaciones de la sociedad civil, empezando por las juntas de vecinos,  las amas de casas, sindicatos, asociaciones de abogados, periodistas, médicos, enfermeras, ingenieros, arquitectos y agrimensores; contables, profesionales y técnicos en sentido general, deben involucrarse en una labor de auditoria autómata hacia el proceder de nuestras autoridades. Debemos surtir ante nuestras autoridades, el efecto de que se sientan vigiladas por un pueblo que está resuelto a recibir con eficiencia, aquellos servicios por los paga a través de los impuestos.
El modelo de organización social que proponemos,  es una forma de decirle a nuestros políticos un ¡BASTA YA DE DIRIGIRNOS MAL! y que estamos dispuestos/as a tomar las decisiones necesarias para que se cumpla la ley en nuestro país.
Algunas de las más urgentes  asociaciones de usuarios que proponemos, son la asociación de usuarios del servicio eléctrico,  del agua potable, de la salud pública y privada, y de la educación en sentido general.
¿Por qué una Asociación de usuarios del servicio eléctricos, por ejemplo?
En nuestro país, la generación, comercialización y distribución de la energía eléctrica,  ha sido una verdadera desgracia.  Las autoridades responsables de que este sector funcione como está llamado a funcionar,  tradicionalmente han faltado a la ética profesional, porque  ante el problema de un servicio tan ineficiente, han tenido que plantear las soluciones más absurdas y costosas, debido a que detrás de esta  vergonzosa tragedia nacional, se esconde el más grande desfalco económico contra los/as usuarios/as, y contra el Estado dominicano.
El gobierno dominicano es el responsable directo de que el servicio eléctrico, no funcione bien y sea a la vez el más caro del hemisferio occidental.  Los usuarios  de dicho servicio hemos sido timados durante décadas, y  a pesar de que siempre hemos denunciado cualquier anomalía, nunca se nos ha tomado en cuenta a la hora de plantear  propuestas dirigidas a solucionar de manera definitiva el problema.
Tanto la Superintendencia de Electricidad como las generadoras, las compañías de distribución, la policía y la fiscalía eléctrica, tienen un director nombrado por el gobierno.Pero lo único que se resoluta de todo esto, es odiosos apagones y facturas carísimas.
El servicio eléctrico en República Dominicana, no solo es el más costoso del hemisferio occidental; es también el más deficiente.
Con la excusa de que hay usuarios del servicio de energía eléctrica que no pagan, el gobierno da millonarios  subsidios cada año a las empresas generadoras de energía eléctrica. Pero cada vez hay más apagones y nadie tiene una respuesta que explique cuál es la razón de los mismos.
Y ahora la situación es peor. Después que nos pasamos 15 años diciendo que los apagones eran por falta de pago en los barrios pobres, el argumento que manejan actualmente los responsables de servir la energía eléctrica,  reza que la capacidad es muy inferior a la demanda del país.
Creemos que ahora es más necesaria que nunca, la formación de una asociación de usuarios eléctricos para tener un vocero en cada institución vinculada a ese servicio.
ATEODOM llama a la ciudadanía a integrarse en las actividades dirigidas a solucionar los grandes problemas que nos aquejan como sociedad.
Si nos organizamos, las autoridades corruptas serán cosas del pasado y prosperaremos tan rápido y en todos los sentidos de bienestar social, que no nos vamos a perdonar el no haber tomado esta decisión antes. Pero si no nos organizamos, seguiremos teniendo policías, militares, regidores, síndicos, diputados, senadores y presidentes de la República, incapaces de creer que merecemos ser respetados/as; incapaces de pensar que deben actuar siempre procurando el bienestar colectivo y no su bienestar particular.


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