miércoles, 20 de agosto de 2014

Respuesta a un cristiano cristiano (Cabiya refuta a D`Alessandro. Sigue debate sobre LGTB)

Tomado de www.acento.com.do

Por Pedro Cabiya

Citar la Biblia o blandirla para autorizar lo que se dice es una simple impertinencia, siempre. Presupone que el interlocutor reconoce la Biblia como un documento del que emana esa autorización, y eso es una burda petición de principio. Es peor cuando el tema a discutirse es precisamente la religión o la Biblia misma, porque utilizar el documento que se pone en tela de juicio para dirimir la cuestión es sencillamente un disparate. Y un disparate que tiene nombre: se llama razonamiento circular.

Querido Jesús D’Alessandro,
¡Hola! ¡Cuánto tiempo! Me alegra verte involucrado en este debate; como bien habrás podido darte cuenta, tus correligionarios lo único que logran con sus histerias es que más y más personas descarten la religión como una alternativa sensata para vivir en sociedad. Créeme: si todos los cristianos fueran como tú, otro gallo cantaría. Aun así, cristiano eres, y me permito honrar tu respuesta.
¿Es solo cuando Ortiz lo hace o en general ver citada la Biblia en un artículo te parece “una práctica sandia, impertinente y de mal gusto”? ¿O es el hecho de citarla de vuelta tú? En cualquier caso eres libre de expresarlo, solo que no introduzcas el artículo como “…respuesta que busca esclarecer el debate…”
Citar la Biblia o blandirla para autorizar lo que se dice es una simple impertinencia, siempre. Presupone que el interlocutor reconoce la Biblia como un documento del que emana esa autorización, y eso es una burda petición de principio. Es peor cuando el tema a discutirse es precisamente la religión o la Biblia misma, porque utilizar el documento que se pone en tela de juicio para dirimir la cuestión es sencillamente un disparate. Y un disparate que tiene nombre: se llama razonamiento circular. Ejemplo:
Alberto:“Dios existe.”
Pedro:“¿Cómo lo sabes?”
Alberto:“Porque la Biblia lo dice.”
Pedro:“¿Y por qué debo creerle a la Biblia?”
Alberto:“Porque la Biblia fue escrita por Dios.”
¿Te parecería o no una estupidez que yo empezara ahora mismo a respaldar mis palabras con citas de Harry Potter? ¿Qué me dirías? Rehusarías, sin duda, aceptar mis citas como válidas para el argumento, y te importaría muy poco que Harry Potter fuera para mí la fuente de toda sabiduría. Sospecho que me ridiculizarías, y estarías en tu derecho, puesto que sería ridículo. De todas formas, y como sé que Ortiz sí considera la Biblia un documento autorizado, se la cité de vuelta. En un debate racional, las ideas deben bastarse a sí mismas y ser juzgadas por su consistencia interna.
Inicialmente veo que señalas el Cristianismo, o sea, el Nuevo Testamento, como algo mágico, contrario a la razón y al desarrollo, ¿esto significa que conoces el Nuevo Testamento, su contexto y sus efectos en las sociedades, y que tu conclusión es precisamente esa?
Aunque este es un argumentoad hominemque busca descalificarme, te satisfaré. Crecí en un hogar católico ortodoxo, criado por una madre catequista de capa y espada que, además de farmacéutica, hizo estudios de teología. Mi primera lectura fue la Biblia. Y mi segunda. Y mi tercera. Estudié en colegios católicos. Obtuve mi maestría en literatura medieval europea, lo cual significó estudiar a fondo la patrística. Justino Mártir, San Agustín, Eusebio, Orígenes, Santo Tomás, Celso… estos eran los libros de mi mesita de noche. Aparte de esto, no te soy extraño, de modo que me conoces como un lector perspicaz y maestro hábil. No sostengo lo que sostengo por ignorancia del tema, al contrario: sostengo lo que sostengo a raíz de lo que sé sobre el tema. ¿Que podría estar equivocado? Claro que sí: demuéstrame con buenos argumentos y evidencia en qué y cómo, y sopesaré como responderte.
Los cristianos seguimos las enseñanzas de una persona ubicable académicamente en el tiempo y el espacio que, juzgando por la dimensión incomparablemente liberadora de su filosofía, es consecuentemente incomparable.
Sabes perfectamente bien que Jesús no es ubicable ni en el espacio ni en el tiempo, y que ese es uno de los grandes problemas de la historiografía cristiana. No existe ni una sola referencia contemporánea a Jesús, ni a los eventos mágicos y extraordinarios narrados en los evangelios (que, dicho sea de paso, se contradicen mutuamente)… excepto por un párrafo de Flavio Josefo, demostradamente falsificado por Eusebio. Más importante aún, recibimos de la antigüedad solo aquello que no quemó o no logró quemar el increíblemente poderoso aparato totalitario de la Iglesia, empeñada en cuadrar su dogma; así pues, sabemos muy poco de los detractores y críticos tempranos del cristianismo. Lo siento, Jesús, pero el Jesús de los evangelios no aparece en ninguna referencia independiente, y no podría ser de otra manera, porque se trata de un personaje mítico, literario, alegórico, que ciertas sectas gnósticas de judíos helenizados, probablemente de Alejandría, y de inclinación literalista, erróneamente interpretaron como histórico. La bibliografía está ahí… pero el problema con los creyentes adoctrinados es que no sacan el hocico de la Biblia ni de las páginas de los apologistas. Viven en el cerrado mundo de los que creen lo que creen porque creen. Yo consumí esa literatura también,claro, pero la redondeé con lo que tenían que decir otros estudiosos, no comprometidosa prioricon una ideología. ¿Puedes tú decir lo mismo? Atrévete a salir del cómodo mundo de la apología, termina de leer lo que hay allá afuera, y entonces discutamos este punto.
Está muy de moda decir que el Cristianismo es de la Edad de Bronce,¿por qué dices esto tú también? Solo el contenido del Pentateuco y Job (solo 6 libros del Antiguo Testamento, que además son escrituras del Judaísmo) pertenecen a ese período. A parte de lo errada que es esta datación, algunas personas usan este concepto para hacer alusión a lo viejo que es el Cristianismo, razón por la cual “no debe ser tenido en cuenta.”
Nunca dije que los evangelios fueran de la edad del bronce. De hecho, en ningún momento me refiero a los evangelios. Estoy consciente de que solo el Pentateuco data de esa época, precisamente los cinco libros de los cuales emana la exhortación contra la homosexualidad que tanto les gusta citar a los evangélicos y el verdadero tema de mi ensayo. Ciertamente, los hombres y mujeres modernos no podemos regirnos por preceptos que datan de una edad superada. Hoy sabemos, por ejemplo, que es moralmente reprehensible asesinar a los hijos desobedientes, como manda Deuteronomio. Hoy sabemos que no es correcto esclavizar a otros seres humanos, como dice Éxodo… Y que es prácticamente imposible obedecer Levítico cuando prohíbe el uso de indumentarias que mezclan diferentes tejidos. Si hoy día alguna persona viviera a pie juntilla lo que prescribe el Pentateuco, acabaría en la cárcel, pues tendríamos que separarlo de la sociedad y protegernos de él.  Lamentablemente, el Pentateuco contiene muy pocos elementos de utilidad para la vida moderna. El cristianismo tampoco es relevante para nuestra sociedad, ni lo es ningún dogma de fe. No lo es ninguna ideología que pregone contra las mujeres, y que llame a la violencia, por un lado, y a la sumisión, por el otro. Y sostengo que esto lo saben incluso los mismos cristianos, quienes, para vivir en sociedad, saben perfectamente qué tomar y qué dejar de los evangelios, pues reconocen, de manera instintiva y automática, qué partes se ajustan a la moral humana, y cuáles no. En este sentido, hasta en los cristianos vemos una moralidad que no surge de la Biblia y según la cual ajustan lo que usan de la Biblia. Quiéraslo o no, en este punto, tu propio comportamiento cívico me da la razón.
En cualquier caso, ¿en serio debemos usar esa lógica? o sea, si la edad de algo dicta su pertinencia, entonces ¿qué hacemos con la homosexualidad?
Estás equiparando aquí chinas con botellas. Y sé que estás de acuerdo conmigo, puesto que más abajo dices: “La homosexualidad es una conducta sexual, el Cristianismo es toda una cosmovisión ¿Es sensato igualar estas dos cosas en los debates?”
“No me malinterpretes, hubiera sido muy valioso ver una visión antagónica a la de José Alberto, eso solo enriquece el debate y nos motiva a todos a encontrar verdad. Pero todo se volvió, parece, una visión antagónica a la existencia de José Alberto. Un rechazo que parece dogmático y airado hacia el dogmatismo que ves en Ortiz.”
Cita textualmente una sola instancia en la que ataqué o antagonicé “la existencia misma de José Alberto”. En mi artículo hice dos cosas; imité los recursos retóricos de Ortiz para “virarle la tortilla”; y acto seguido desmonté sus ideas y su exposición de las mismas. Ninguno de mis argumentos fuead hominem, a menos que estés pensando en ese pasaje en el que dije que Ortiz era un caso perdido (¿no lo es?) Los creyentes suelen cometer esta falacia demasiado frecuentemente. Entienden que atacar la idea que profesan es atacarlos a ellos mismos, y de esta forma buscan proteger la idea pidiendo protección y respeto para sí. Lo siento, amigo mío, pero esa chulería no va conmigo. Si ahora mismo tú me dijeras que la teoría del Big Bang es un soberano disparate, ¿no sería una completa sandez ripostar que me ofendes personalmente y buscar de esa forma desarmar tu aseveración? Ninguna idea, el cristianismo incluido, está por encima del análisis, de la crítica, ni de la risa, que es, en cierto modo, un análisis. Pedir para sus ideas la protección de lo sagrado, para que ni sean analizadas, ni escudriñadas, ni parodiadas, ilustra perfectamente la deshonestidad intelectual fundamental de los creyentes.

Cuando defines el Cristianismo como “la ideología de pastores de cabras que habitaron los desiertos del Medio Oriente en la Edad de Bronce” creo que entiendo tu indignación; si el cristianismo fuera eso yo no me aventuraría a escribir estas breves líneas, y sobre todo, algo así fuera hoy material de museo o un antiguo patrimonio intangible perdido hace milenios.
El cristianismo tampoco es relevante para nuestra sociedad, ni lo es ningún dogma de fe. No lo es ninguna ideología que pregone contra las mujeres, y que llame a la violencia, por un lado, y a la sumisión, por el otro. Y sostengo que esto lo saben incluso los mismos cristianos, quienes, para vivir en sociedad, saben perfectamente qué tomar y qué dejar de los evangelio
Vuelves a utilizar palabras que no están en mi ensayo. Estoy empezando a creer que lo haces a propósito. Lee otra vez. La ideología que defino aquí es la que utiliza Ortiz para su catilinaria, salida del Pentateuco. Siendo esto así, ¿exactamente qué parte de esta aseveración es falsa? ¿Pastoreaban o no pastoreaban cabras los autores de esos libros? ¿Vivían o no vivían en los desiertos y oasis del Medio Oriente? ¿Pertenecían o no pertenecían a la edad del bronce? Que no te guste como suena no quiere decir que sea falso.
Los diferentes renacimientos científicos y culturales desde Carlo Magno hasta el mismo Renacimiento Italiano fueron emprendimientos cristianos, el concepto de la educación de las masas también.
Y en el mundo árabe, todos los diferentes renacimientos científicos y culturales fueron emprendimientos islámicos. ¿Acaso tenían alguna otra opción? En sociedades en la que se persigue la heterodoxia obviamente todo lo que sucede debe suceder dentro de la ortodoxia. Que algo suceda en el contexto del cristianismo no quiere decir que sea cristiano odel cristianismo. Eso es una falsa equivalencia… Y sin embargo, discrepo. Todo los grandes renacimientos culturales y científicos se han dado a pesar del cristianismo y a riesgo de la hoguera, excepto, quizá, durante el Renacimiento europeo, y solo porque la iglesia relajó su vigilancia y su persecución. No veo cómo puedas estar en desacuerdo con esto.
¿Por qué presentar la mera sexualidad de alguien como un mérito que lo hace héroe? ¿Eso es sensato? ¿Reducir las causas del éxito de Alejandro Magno, Da Vinci, Miguel Ángel, Whitman a la homosexualidad que practicaron es algo sensato?
Supongo que derivas esto de aquí: “Contracorriente fueron Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci, Alejandro Magno, Alan Turing, Sappho, Tchaikovsky, Walt Whitman y todos aquellos seres humanos de la historia (mejores que tú, que me lees, mejores que yo, que escribo, y ciertamente mejores que José Alberto Ortiz), que desde su homosexualidad han contribuido más a la felicidad del mundo en que vivimos que todos los diseminadores del odio desde su heteronormatividad.” Léelo de nuevo, y dime tú mismo si lo que estoy haciendo es presentando “la mera sexualidad de alguien como un mérito que lo hace héroe”. Entendería tu acusación si hubiera dicho “que por su homosexualidad han contribuido…” Pero este no es el caso, y tu lectura es caprichosa.
Debo decir que tengo la meta y la orden de, diariamente, respetar y amar a todo el mundo.
Yo tengo la misma meta, pero no me lo ordena un ser imaginario, sino la razón. Se puede ser bueno y moral sin ser teísta, Jesús, y aquí sí afirmar lo contrario ofende a los millones de seres humanos que son buenos sin creer en tu dios ni en ningún dios, pues los relegas al vertedero de la moralidad sencillamente porque no profesan tu fe. No te maravilles de que se pueda ser bueno sin un dios, sino que tenle compasión (y un poco de miedo) a quienes necesitan un dios para ser buenos.
Cuando nos veamos en la silla patética de Maximilien Roberspierre durante la Revolución Francesa, inventando un cascarón de religión al vapor para cubrir el vacío dejado en la gente cuando les pedimos que crean que no hay Dios, para apaciguar las orgías de anarquía que surgen cuando ya nadie tiene porqué perseguir hacer el bien de la totalidad de los individuos 24/7.
¿Qué tal si en lugar de adoctrinar a las personas con mitología y magia, los educáramos? No veo que Suecia ni Dinamarca ni Noruega ni ninguna otra sociedad predominantemente atea esté sumida en el caos anárquico que mencionas. Sí veo en esas sociedades ciudadanos altamente educados y bajos índices de criminalidad y corrupción. El caos y el reperpero que describes lo veo más en sociedades muy religiosas o teocráticas. Lo siento, pero estás entendiendo el asunto completamente al revés. Es la religión la causante de la división y el caos y la guerra, y no creo que tenga que citar fuentes para evidenciarlo; ponte a ver las noticias o lee cualquier libro de historia. No puede ser de otra forma, puesto que el pensamiento irracional genera comportamientos irracionales. Es más fácil para un creyente que para un ateo romper la ley o ser violento, puesto que su estándar moral emana de un ser imaginario que puede ser utilizado para justificar lo que sea sin tener ninguna necesidad de mostrar evidencia. Solo necesita fe en que eso es lo que quiere su dios. Ningún ateo está matando a nadie en nombre del ateísmo. Abundan los estudios en los que famosamente los ateos salimos mejor parados en cuestiones de moralidad que los creyentes. Por eso, contrario a ti, entiendo que este mundo solo conocerá la paz cuando se libere de las cadenas de la religión.
Por otro lado, los invito a buscar en los textos bíblicos cristianos cuales son las enseñanzas que justifican los asesinatos a personas ilustres solo porque no piensan igual, o que justifican las Cruzadas, la Inquisición, las Guerras de la Religión entre Francia, Inglaterra y España, la pedofilia, el afán por dinero o poder de muchos líderes evangélicos y todas las demás locuras hechas en nombre del Cristianismo. Se darían cuenta de que el Cristianismo condena todo eso, y que los individuos que hacen estas cosas desde las iglesias lo hacen en contra de sus fundamentos, si es que realmente son cristianos.
Es una deshonestidad intelectual rescatar para el cristianismo los aciertos y los desaciertos achacárselos a otra cosa. Esta es una falacia que no puedo dejarte pasar. De ser así, yo estaría en mi derecho de achacarles los aciertos a otra variable, y endilgarle los desaciertos únicamente al cristianismo.
Podemos ampliar estas cosas y hablar muchas otras luego, ya debo cerrar por razones de agenda. Más adelante, cuando tenga un poco de tiempo para hacerlo, me gustaría contribuir al debate sobre la homosexualidad, ya no comentando tu artículo. Finalmente, fíjate que no cuestiono tus críticas al contenido de los escritos de José Alberto, más bien preocupan algunos de los complementos y deducciones que presentas como ya te lo mencioné antes por aquí. Igual voy a leer los artículos de él que señalas.
Me parece, Jesús, que esto es lo primero que debiste haber hecho: leer los artículos a los que me referí… y acto seguido comportarte como un buen cristiano, seguir tu mandato de “diariamente, respetar y amar a todo el mundo”, y salir a dar la cara por un grupo oprimido respondiéndole tú a José Alberto Ortiz. Si no quieres que se encargue un ateo de lo que debería estar encargándose un cristiano, prioriza… porque veo que no perdiste mucho tiempo escribiendo un artículo para responderme a mí, defendiendo rápidamente el formato de tu doctrina en lugar de ponerla en práctica. No por nada dijo San Pablo que la letra mata, pero el espíritu vivifica. Atiende más el espíritu, que no la letra. No te preocupes tanto de lo que pueda pensar o dejar de pensar de la fe que profesas un ateo, y sí preocúpate de lo que piensa o deja de pensar la gente que profesa tu fe, muchos de quienes, en nombre de Jesús, predican la deshumanización, la persecución y la intolerancia.
Para terminar, es interesante observar que mi ensayo no es sobre el cristianismo ni sobre la historicidad de Jesús. Ni siquiera es sobre ateísmo. Mi ensayo es sobre la intolerancia de un artículo, respaldado por un estudio científico y escrito por un evangélico. En mi texto incluyo, además, estadísticas reales sobre los pastores evangélicos que descalifican al evangelismo como un agente moralizador relevante en nuestra sociedad. Ambos puntos centrales de mi ensayo, la deshumanización que intenta Ortiz de todos los homosexuales por medio de la ciencia, y las estadísticas que, científicamente, demuestran que el evangelismo está sumamente mal equipado para pronunciarse en asuntos de moralidad,han sido minuciosamente ignorados por absolutamente TODOS los lectores que han pretendido responderme.Y entre ellos te incluyo a ti también. Misteriosamente, los candidatos a refutadores solo se han enfocado en la sorna con que, en el segundo párrafo de mi ensayo, resumo el dogma de la cristiandad en una sola oración para efecto humorístico; el resto del artículo parece no existir. Ninguno ha querido involucrarse conmigo en ese aspecto.  Me parece muy revelador que tantos cristianos hayan decidido encresparse por una simple frase al tiempo que se desentienden del resto del artículo, mucho más relevante para la doctrina que dicen profesar. Imagino que aplica aquí el proverbio que reza: “Mono sabe palo que trepa”. Se han ido por todas las ramas menos por la que tiene la fruta. Es más fácil, supongo, limitarse al área de mi ensayo que puede refutarse porque gloria a Dios, censurarse porque hosanna y descartarse porque aleluya. Lo otro requiere seso. Lo otro requiere admitir falencias. Lo otro requiere examen de conciencia.
Hasta pronto, Jesús. También yo te reconfirmo mi amistad y te agradezco tu ecuánime, erudita, apasionada, si bien ultimadamente equivocada, respuesta. Te quiero, te estimo y te recuerdo; encontrarte por los pasillos de la universidad siempre fue un vaso de agua fresca. Solo por esa razón me he tomado el tiempo de responderte. Cristianos cristianos como tú le dan lustre a lo que rápidamentese convierte en una cofradía de histéricos motivados por el prejuicio y el odio, ciegos a la razón y persistentes en el error, incluso delante de las evidencias. Creo que tu tarea evangelizadora debe empezar entre los propios evangélicos. Ojalá este sea el primero de muchos intercambios.
Un gran abrazo.


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