Comenzamos un nuevo año y nuestra población se llena de
esperanzas; sueña con un cambio en su situación. Pero hemos de saber que los cambios no se producen porque
haya esperanza de que se produzcan. Es necesario que hagamos planes de trabajo,
porque solo el trabajo nos das el cambio de las cosas.
La sociedad necesita integrarse a los trabajos de
nuestros líderes, para mostrarles qué es lo que queremos. Nuestros líderes
deben de ser portadores de nuestras metas, y deben practicar nuestras ideas.
Para lograr transmitirle a nuestros líderes qué es lo que
queremos, debemos estar organizados y ser partícipes de todas las actividades
que se desarrollan en nuestros municipios.
La Constitución de la República nos emplaza a
organizarnos, a reclamar ese derecho inalienable de progreso, de vivir en
armonía social y por consiguiente, en paz.
Debemos aclarar que cuando hablamos de que debemos tomar
las riendas de nuestros municipios, no pretendemos imponer una dictadura
de la sociedad civil fuera de las leyes que norman la convivencia. Solo
queremos que las autoridades no usen su mandato para incumplir su deber de servirnos
con rigor profesional y un alto sentido de honestidad.
ATEODOM exhorta
a la ciudadanía a tomar el control de todas las actividades de sus
municipios, con el fin de que las mismas se realicen con la debida
eficiencia. Para ello proponemos la organización de asociaciones de
usuarios, que informarían a las autoridades, qué problemas tenemos, las
soluciones que demandamos, cómo y en qué tiempo deben ser ejecutadas.
Las asociaciones de usuarios han de luchar por tener un
vocero en cada institución para llevar las ideas y proyectos de su comunidad.
Este vocero a su vez, no debe estar autorizado a firmar
ningún proyecto, lo cual ha de ser una prerrogativa de las asambleas de
usuarios.
Los síndicos y regidores; los diputados y los senadores,
deben de consultar con las asociaciones de usuarios antes de ser concebido
cualquier proyecto de incidencia social.
Es importante aclarar, que puesto que la Constitución
dominicana es categórica en reseñar que los Poderes emanan del pueblo, tales
Poderes han de deberse al pueblo; y es lo mismo que, ninguna
autoridad debe actuar al margen del conocimiento de la voluntad de la
ciudadanía en cualquier circunstancia. Asumiendo esta conciencia, la sociedad
evitaría que se repita en el futuro, que legisladores/as inescrupulosos/as
aprueben, en perjuicio de los intereses de la nación, contratos “sin ser
leídos”, como ocurrió recientemente respecto a la negociación de nuestro oro
con una empresa extranjera.
ATEODOM propone
que vivamos en consonancia con la ley. ATEODOM propone que el
Estado dominicano sea un intransigente practicante de la Constitución de
la República.
Hacemos un ferviente llamado a la ciudadanía, para que se
empodere con el conocimiento de sus derechos y de sus deberes constitucionales,
así como con el conocimiento de cada una de las leyes que norman el país,
y que garantizan el bienestar humano en un orden de justicia social.
Apelar a la exigencia de que se cumplan la Constitución y
las leyes de la República, es el único medio lícito que nos permitirá como
sociedad, liberarnos del empobrecimiento y de todos sus males adyacentes.
En ATEODOM citamos a Albert Einstein: “El mundo no está en
peligro por las malas personas, sino por aquellas que permiten la maldad”.
Queremos una sociedad participativa; queremos una
sociedad motivada en el bien y la paz de todos.
De la delincuencia y la Policía Nacional
Reclamamos acciones fuertes contra la delincuencia en
cualesquiera de sus modalidades y/o manifestaciones. ATEODOM clasifica
la delincuencia que nos está hundiendo como sociedad, en dos categorías:
Delincuencia política
Esta es la peor de las dos categorías de la delincuencia
que nos afecta; y aunque sabemos que la ciudadanía casi en sentido general se
ha resignado a convivir con este tipo de delincuencia, debemos decirle al
pueblo dominicano, que ese monstruo no es invencible, y que su única
fortaleza es nuestro desconocimiento de la Constitución y de las leyes, o
nuestra indiferencia.
Delincuencia de subsistencia
Aunque es la más sentida delincuencia, la que cada día
derrama sangre de ciudadanos/as inocentes; aunque esta es la delincuencia más
activa y despiadada en las calles de nuestras ciudades, no es sino, la
consecuencia de la delincuencia política.
La delincuencia política es aquella que se aposenta
en los Poderes del Estado; es la causante del empobrecimiento de nuestro
pueblo, y es la generadora de la que podría llamarse delincuencia de
subsistencia, o delincuencia manufacturada en el empobrecimiento social al que
nos ha sometido la corrupción de los gobiernos que hemos tenido los últimos 50
años.
Queremos que el pueblo dominicano entienda, que esa
delincuencia de subsistencia que azota como una pandemia todos los rincones de
la geografía nacional provocando lesiones permanentes, muerte y dolor, no
es casual. La delincuencia de subsistencia es, reiteramos, un efecto de
la delincuencia política que ha estado accionando durante décadas los tres
Poderes que sustentan al Estado dominicano.
La razón por la que esta delincuencia de
subsistencia cada día se deja sentir más criminar, despiadada y
desafiante, es exactamente porque se apoya en quienes están llamados/as a
prevenirla y/o enfrentarla, pero que no hacen más que incentivarla y al parecer,
quienes sí creemos en el país, y quienes sí amamos esta Patria, no nos hemos
estado dando cuenta.
La Policía Nacional dominicana lleva más de 50 años
aplicando un método de “mano dura” contra la delincuencia de subsistencia. Tal
método consiste en los denominados “intercambios” de disparos… pero
esto no es otra cosa que ejecuciones extrajudiciales; una violación fraganti
por parte de la Policía Nacional dominicana a la Constitución de la
República, que no contempla la pena de muerte, y que la prohíbe.
La Policía Nacional dominicana no solo ha violado
reiteradamente la Constitución de la República en su proceder chapucero y
criminal, sino que al día de hoy, no tiene logros favorables que la justifiquen
como institución que está llamada a garantizarnos protección y seguridad
ciudadana.
Cuando reclamamos ACCIONES FUERTES CONTRA LA DELINCUENCIA, no
estamos sugiriendo que la Policía Nacional dominicana continúe disparando
contra ciudadanos en problemas con la ley; estamos apelando a que los
Poderes del Estado se sincericen y que admitan su desidia, su complicidad en
este mal, y que ahora en hechos, no en palabras, empezando por sí mismas nos
demuestren que están en disposición de marcar un antes y un después, asumiendo
al mismo tiempo, la responsabilidad ineludible de hacer de la figura autoridad,
el paradigma para una sociedad confiable y próspera.
ATEODOM considera
que la Policía Nacional dominicana debe ser una institución modelo de buena
conducta, y que sus filas deben estar integradas por hombres y mujeres de alta
estima.
Reconocemos que hasta el día de hoy, la Policía Nacional
dominicana ha tenido que sufrir la más indignante marginación de parte del
Estado.
Ha llegado el momento para hacer que la Policía Nacional
sea una de las instituciones del Estado a la que aspiren a llegar los/as
jóvenes más inteligentes, educados, honestos y amantes de nuestra nación.
Y si es verdad que el Estado dominicano no dispone de los
recursos económicos necesarios para equipar con los mejores instrumentos del
mundo a nuestra Policía Nacional, al mismo tiempo de pagarle a cada miembro de
la misma un sueldo mínimo de 50 mil pesos, tampoco es verdad que debemos darnos
el lujo, de siendo apenas un país de menos de 50 mil kilómetros cuadrados y 10
millones de habitantes, tener un parlamento bicameral.
ATEODOM considera
que la responsabilidad de la labor legislativa del país, puede ser asumida, e
incluso ser más eficiente que lo que ha sido hasta hoy, por un congreso
unicameral, que se llamaría Cámara de senadores.
Proponemos pues, que los recursos económicos que el
Estado gasta en pagos de privilegios y de sueldos lujosos a unos legisladores
superfluos como los/as diputados/as, sean invertidos en la reformación de la
Policía Nacional, para que sea una verdadera policía, y para que como sociedad
nos sobre moral para exigirle compromiso profesional, pulcritud y entrega en su
deber garantizarnos protección y seguridad ciudadana.
Otro de los males sociales que hemos advertido, es que la
Policía Nacional ha sido hasta el presente, la receptora agradecida de los más
poéticos métodos que emplea la delincuencia de subsistencia para operar impunemente
en nuestros barrios y ciudades.
La única forma posible de acabar con esta antiquísima
forma de corrupción, es que el Estado dominicano ofrezca al policía, más de lo
que podría ofrecerle aquel antisocial que cruza un semáforo en rojo, que arrebata
un celular, que arrebata una prenda de oro, que se roba una motocicleta o
cualquier vehículo, que atraca al turista que nos visita, que atraca a
cualquier ciudadano para despojarlo de su sueldo quincenal, etc.
Si el Estado le garantiza al policía, un sueldo mínimo de
50 mil pesos, un plan de retiro a los 20 años de servicio con una pensión que
le permita seguir viviendo sin la necesidad de emplearse como “guachimán”; si
además el Estado le garantiza al policía, asistencia de calidad en educación y salud,
tanto a él como a su familia, es infalible que el resultado inmediato será un
país seguro.
A todo esto agregamos, que el desenvolvimiento de la
Policía Nacional sea adecuadamente supervisado. Proponemos que esa supervisión
la ejerza la ciudadanía que durante largos años ha deseado seguridad social;
que la ciudadanía esté pendiente de cómo se desenvuelven los policías de su
municipio, los fiscales y cualquier autoridad llamada a cumplir un rol en aras
de que República Dominicana sea un lugar seguro.
Proponemos que los/as munícipes incidan en el
funcionamiento de los cuarteles policiales y evitar así, que policías y
fiscales incurran en acciones contrarias a la ley.
ATEODOM entiende
que la indiferencia de la ciudadanía, no es la que genera la corrupción, pero
es la que la hace germinar y persistir como mal social.
Las organizaciones de la sociedad civil, empezando por
las juntas de vecinos, las amas de casas, sindicatos, asociaciones de
abogados, periodistas, médicos, enfermeras, ingenieros, arquitectos y
agrimensores; contables, profesionales y técnicos en sentido general, deben
involucrarse en una labor de auditoria autómata hacia el proceder de nuestras
autoridades. Debemos surtir ante nuestras autoridades, el efecto de que se
sientan vigiladas por un pueblo que está resuelto a recibir con eficiencia,
aquellos servicios por los paga a través de los impuestos.
El modelo de organización social que proponemos, es
una forma de decirle a nuestros políticos un ¡BASTA YA DE DIRIGIRNOS
MAL! y que estamos dispuestos/as a tomar las decisiones necesarias
para que se cumpla la ley en nuestro país.
Algunas de las más urgentes asociaciones de
usuarios que proponemos, son la asociación de usuarios del servicio eléctrico,
del agua potable, de la salud pública y privada, y de la educación en
sentido general.
¿Por qué una Asociación de usuarios del servicio
eléctricos, por ejemplo?
En nuestro país, la generación, comercialización y
distribución de la energía eléctrica, ha sido una verdadera desgracia.
Las autoridades responsables de que este sector funcione como está llamado a
funcionar, tradicionalmente han faltado a la ética profesional, porque
ante el problema de un servicio tan ineficiente, han tenido que plantear
las soluciones más absurdas y costosas, debido a que detrás de esta
vergonzosa tragedia nacional, se esconde el más grande desfalco económico
contra los/as usuarios/as, y contra el Estado dominicano.
El gobierno dominicano es el responsable directo de que
el servicio eléctrico, no funcione bien y sea a la vez el más caro del
hemisferio occidental. Los usuarios de dicho servicio hemos sido
timados durante décadas, y a pesar de que siempre hemos denunciado
cualquier anomalía, nunca se nos ha tomado en cuenta a la hora de plantear
propuestas dirigidas a solucionar de manera definitiva el problema.
Tanto la Superintendencia de Electricidad como las
generadoras, las compañías de distribución, la policía y la fiscalía eléctrica,
tienen un director nombrado por el gobierno.Pero lo único que se resoluta de
todo esto, es odiosos apagones y facturas carísimas.
El servicio eléctrico en República Dominicana, no solo es
el más costoso del hemisferio occidental; es también el más deficiente.
Con la excusa de que hay usuarios del servicio de energía
eléctrica que no pagan, el gobierno da millonarios subsidios cada año a
las empresas generadoras de energía eléctrica. Pero cada vez hay más apagones y
nadie tiene una respuesta que explique cuál es la razón de los mismos.
Y ahora la situación es peor. Después que nos pasamos 15
años diciendo que los apagones eran por falta de pago en los barrios pobres, el
argumento que manejan actualmente los responsables de servir la energía
eléctrica, reza que la capacidad es muy inferior a la demanda del país.
Creemos que ahora es más necesaria que nunca, la
formación de una asociación de usuarios eléctricos para tener un vocero en cada
institución vinculada a ese servicio.
ATEODOM llama
a la ciudadanía a integrarse en las actividades dirigidas a solucionar los
grandes problemas que nos aquejan como sociedad.
Si nos organizamos, las autoridades corruptas serán cosas
del pasado y prosperaremos tan rápido y en todos los sentidos de bienestar
social, que no nos vamos a perdonar el no haber tomado esta decisión antes.
Pero si no nos organizamos, seguiremos teniendo policías, militares, regidores,
síndicos, diputados, senadores y presidentes de la República, incapaces de
creer que merecemos ser respetados/as; incapaces de pensar que deben actuar
siempre procurando el bienestar colectivo y no su bienestar particular.