Cristianos asesinan homosexual-Uganda |
Por Orbis Beltré – Relacionista público de ATEODOM / Asociación de Ateos Dominicanos.
Según el dios judeocristiano, debemos asesinar a los homosexuales: Levítico 20:13. Y eso, o sea, cumplir la "palabra de ese dios", es lo que han hecho estos cristianos de Uganda. (Observar la imagen).
Qué bueno que aquí en República Dominicana nuestros cristianos no son tan conocedores de la Biblia, porque los veríamos igualmente aplicando Levítico 20:13. Aunque sí, aquí hay cristianos muy conocedores de la Biblia. Pudimos ver cómo se indignaron, su Eminencia Reverendísima, Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y muchísimos pastores, entre ellos Sanford Medrano, cuando se enteraron que Obama había designado para embajador de su país en el nuestro, a un homosexual. Aquello fue –consideraron- una ofensa contra nuestra sociedad, contra nuestra sociedad que orgullosamente se precian de decir que está cohesionada en la moral judeocristiana. Vaya usted a saber!
El Cardenal y los denominados evangélicos pegaron el grito al cielo, incluso el “aquí va a sufrir mucho” se exclamó públicamente como una amenaza regresada de la Santa Inquisición del Medioevo; y hubo hasta una convocatoria a protesta que se denominó "El lunes negro", en rechazo al nombramiento del actual embajador estadounidense en nuestro país, solo por su orientación sexual, un asunto de su vida privada, y que no atenta contra nadie.
Cualquier iluso pudo llegar a pensar que la indignación del Cardenal y de los evangélicos por el hecho de un diplomático homosexual, era sincera, pero como la verdad solo comulga con ella misma, aparte de que no los vimos marchar hacia la embajada norteamericana a entregar sus visas USA, a nuestras memorias llegó el silencio y la indiferencia que practicaron estos hipócritas de la fe cristiana, cuando hace unos pocos años se descubrió que el obispo Ramón Benito de la Rosa y Carpio y una piara de sacerdotes y diáconos, habían violado sexualmente a decenas de niños/as que tenían bajo su cuidado en el orfanato San Rafael del Yuma en Higuey.
Los nombres de cada uno de estos depravados sexuales de la sotana fueron mencionados por los niños y las niñas abusados/as en aquel orfanato, pero entonces, ni su Eminencia Reverendísima, Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, ni el pastor Sanford Medrano, ni ningún pastor evangélico dijo esta boca es mía, ¡hipócritas!
Ahora uno de esos delincuentes enfermos sexuales y violadores de niños/as es el obispo de Santiago de los Caballeros, la segunda ciudad más importante de República Dominicana. Hay que ver cómo este delincuente de la hostia y del agua "bendita" salió "limpio" de aquella orgía sexual que sufrieron esos/as niños/as hijos/as de Machepa que estaban bajo su cuidado. Y la Iglesia católica nunca dijo algo, y ahora tampoco dice esta boca es mía; y la Iglesia evangélica nunca dijo algo, y ahora tampoco dice esta boca es mía… el Cardenal Primado de América, fiero devoto del Levítico 20:13, permanece en silencio sepulcral; los pastores evangélicos, también fieros devotos del Levítico 20:13, lo siguen. Al parecer aquel crimen no les causó ni les causa repulsa, pero sí quisieran lapidar a alguien que no le ha hecho daño a nadie, solo por su orientación sexual. Eso tiene un nombre, se llama hipocresía!
Según el dios judeocristiano, debemos asesinar a los homosexuales: Levítico 20:13. Y eso, o sea, cumplir la "palabra de ese dios", es lo que han hecho estos cristianos de Uganda. (Observar la imagen).
Qué bueno que aquí en República Dominicana nuestros cristianos no son tan conocedores de la Biblia, porque los veríamos igualmente aplicando Levítico 20:13. Aunque sí, aquí hay cristianos muy conocedores de la Biblia. Pudimos ver cómo se indignaron, su Eminencia Reverendísima, Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y muchísimos pastores, entre ellos Sanford Medrano, cuando se enteraron que Obama había designado para embajador de su país en el nuestro, a un homosexual. Aquello fue –consideraron- una ofensa contra nuestra sociedad, contra nuestra sociedad que orgullosamente se precian de decir que está cohesionada en la moral judeocristiana. Vaya usted a saber!
El Cardenal y los denominados evangélicos pegaron el grito al cielo, incluso el “aquí va a sufrir mucho” se exclamó públicamente como una amenaza regresada de la Santa Inquisición del Medioevo; y hubo hasta una convocatoria a protesta que se denominó "El lunes negro", en rechazo al nombramiento del actual embajador estadounidense en nuestro país, solo por su orientación sexual, un asunto de su vida privada, y que no atenta contra nadie.
Cualquier iluso pudo llegar a pensar que la indignación del Cardenal y de los evangélicos por el hecho de un diplomático homosexual, era sincera, pero como la verdad solo comulga con ella misma, aparte de que no los vimos marchar hacia la embajada norteamericana a entregar sus visas USA, a nuestras memorias llegó el silencio y la indiferencia que practicaron estos hipócritas de la fe cristiana, cuando hace unos pocos años se descubrió que el obispo Ramón Benito de la Rosa y Carpio y una piara de sacerdotes y diáconos, habían violado sexualmente a decenas de niños/as que tenían bajo su cuidado en el orfanato San Rafael del Yuma en Higuey.
Los nombres de cada uno de estos depravados sexuales de la sotana fueron mencionados por los niños y las niñas abusados/as en aquel orfanato, pero entonces, ni su Eminencia Reverendísima, Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, ni el pastor Sanford Medrano, ni ningún pastor evangélico dijo esta boca es mía, ¡hipócritas!
Ahora uno de esos delincuentes enfermos sexuales y violadores de niños/as es el obispo de Santiago de los Caballeros, la segunda ciudad más importante de República Dominicana. Hay que ver cómo este delincuente de la hostia y del agua "bendita" salió "limpio" de aquella orgía sexual que sufrieron esos/as niños/as hijos/as de Machepa que estaban bajo su cuidado. Y la Iglesia católica nunca dijo algo, y ahora tampoco dice esta boca es mía; y la Iglesia evangélica nunca dijo algo, y ahora tampoco dice esta boca es mía… el Cardenal Primado de América, fiero devoto del Levítico 20:13, permanece en silencio sepulcral; los pastores evangélicos, también fieros devotos del Levítico 20:13, lo siguen. Al parecer aquel crimen no les causó ni les causa repulsa, pero sí quisieran lapidar a alguien que no le ha hecho daño a nadie, solo por su orientación sexual. Eso tiene un nombre, se llama hipocresía!
Y la gente sigue yendo a las iglesias de estos criminales de la fe a escuchar sus sermones para la "salvación" del alma; la gente sigue detrás de estos denominados pastores, traficantes de culpas que corrompen la autoestima de los inocentes.