miércoles, 12 de abril de 2017

Si el Jesús bíblico se tratara de un personaje histórico sería una insensatez no ser cristiano

Orbis Beltré
Por Orbis Beltré

Conozco la vastedad de publicidad que tiene el cristianismo, especialmente aquella que consiste en presentar a ateos que dizque terminan convirtiéndose al cristianismo.

Yo soy ateo, y podría decir que respecto al creyente cristiano, tengo una desventaja existencial: los vacíos de mi vida no hay años luz que puedan medirlos.

Quisiera ser cristiano, sin embargo, me resisto a cargar el peso de una deshonestidad tan inmensa como los vacíos de mi vida.

Siempre he dicho, y lo sostengo, que si el Jesús bíblico se tratara de un personaje histórico, comprobado por las ciencias sociales, sería una insensatez no ser cristiano. Desafortunadamente, ese pretencioso paradigma moral tan presumido en Occidente es, hasta que se demuestre lo contrario, una ficción.

Es verdad que de este personaje llamado Jesús se han escrito millones de páginas, mas no hay, entre esos millones de páginas escritas, una sola línea que no tenga como sustento la Biblia, porque es la única fuente primaria, secundario o terciaria que existe... tiene que ser imposible que de alguien que hubiera sido tan extraordinario y que habría vivido ayer -porque en términos históricos dos mil años es poco tiempo- nadie escribiera nada, y que para mayor descrédito sean tan contradictorios los evangelios.

Que "mi Jesús es real" y que "existe porque yo lo siento", es un alegato que he escuchado siempre. Y yo sé que sí, que esas personas que me dicen que sienten a su Jesús, lo sienten. Y no ataco el argumento de estás personas, como tampoco cuestionaría la sinceridad del esquizofrénico que dice que escucha voces que incluso le ordenan hacer cosas.