Oreste Jiménez Méndez |
Por Oreste Jiménez Méndez
Miembro fundador de
ATEODOM / Asociación de Ateos Dominicanos.
JESUCRISTO es un Salvador para los incautos, y una Marioneta para las
elites. Se dice que Jesucristo es Padre, Hijo y Espíritu Santo; que es
omnipotente, o sea, todo lo puede; que es omnisapiente, o sea, todo lo sabe:
sabe el pasado, el presente y el futuro; y que es omnipresente, o sea, que está
en todas parte al mismo tiempo.
También se dice que vino al mundo a procurar la libertad de la humanidad
por amor, y que por ello tomó la apariencia de “hombre” (no divino) y que su
amor fue tan grande que asumió sacrificarse y a
través de la crucifixión para morir por nosotros (hechura de los romanos). Es
decir, que ese ser con tantos poderes murió por la humanidad.
¡Caramba! ¿Por qué no
deducir que ese ser lo hizo todo a propósito para emular su sentido sádico de
gozar con el sufrimiento de los humanos? ¿No nos dice la Biblia en los libros
Levítico y Números, que es placer y deleite para Jehová, la sangre?
¿Y no se pregunta usted,
si este personaje (Jesucristo) tiene tantos poderes, el solo hecho de morir en
la cruz con corona de espinas, no habrá sido una jugarreta y cosquilleo para
satisfacer su malevo egocentrismo?
"Soy dios y hago
lo que me venga en gana". Y si es así, ¿porque no nos ponemos a razonar
sobre el real objetivo de este Dios perverso?
Pero esa perversidad es
el objetivo de los elitistas político-religiosos, para mantener la hegemonía
sobre la población mundial a su merced.
DESPERTEMOS de esta
mentira tan despiadada de este dios cruel y embustero inventado por las elites
en desmedro de todos los seres vivos de este planeta. Y digo esto último,
porque la desmedida miseria, no solo está destruyendo a la humanidad.