Orbis Beltré |
A veces resulta que se deja ver la opinión, particularmente sobre un crimen o un asesinato, como un festín de la especulación, y más aún cuando se expresa en consideraciones "indemostrables".
Es la primera vez que me refiero a la muerte de Claudio Nasco. Y aunque debieron estar mis primeras palabras dirigidas a exponer ante la sociedad, mi pesar por este ser humano caído a consecuencia del irrespeto por la vida, el a priori de mi propósito está motivado en el dolor que generan a la especie humana, hechos que como este, atentan contra la dignidad de las personas.
Desde que esta nefasta noticia inundó los medios de comunicación, y entre ellos a las redes sociales, los comentarios al respecto no han cesado. Y todos los comentarios, o casi todos, coinciden en que a Claudio Nasco lo mandaron a matar, y en que habría, detrás de tan deleznable acto, gente muy poderosa; gente inclusive del engranaje de la organización política que actualmente dirige la Presidencia de la República.
Ante todo esto, voy a desafiar a Descartes, y no limitaré mi duda a la duda, sino que además de dudar de la duda, dudaré de la duda de la duda, y de la duda de la duda de la duda... y seguiré dudando de todo lo que puedan decir nuestras autoridades, que me atrevo a asegurar que no dirían nada que pudiera hacer caer santos de ciertos altares.
¿Y qué razón me asiste para tanto dudar?
Me asiste la razón de lo demostrado tantas veces, que queramos o no, inocula en nuestra conciencia la resolución que nos enseña la poca delicadeza de nuestras autoridades; cómo actúan al servicio de la delincuencia, siempre que la misma no lleve el sello de aquella otra delincuencia sin poder económico o político, lo que en otras sociedades sería lo mismo, pero que no es igual en República Dominicana.
Para justificar mi opinión, quiero traer al presente los siguientes casos:
Caso San Rafael del Yuma, Higüey
Muy fresca en la memoria de cada dominicano y de cada dominicana, está el caso de violaciones sexuales masivas que cometieron obispos, sacerdotes y diáconos, contra niños y niñas que estaban bajo sus cuidados en el albergue para huérfanos, de San Rafael del Yuma, en Higüey.
En este caso, no fueron apresados todos los que habían sido señalados por los niños y las niñas como sus verdugos de orgías sexuales, y aquellos que sí cayeron presos, murieron "misteriosamente" cuando fueron sacados de la cárcel por algún motivo de salud, y los que no, murieron calcinados cuando también "misteriosamente" se incendió la prisión en la que aguardaban para enfrentar un juicio oral, público y contradictorio.
Nadie fue llevado a juicio por las violaciones de esos niños y niñas. No todos los acusados enfrentaron medida de coerción, y los pocos que sí, no sobrevivieron a tal medida. Quizás alguien no estaba interesado en que hablaran ante un juez.
Caso Juan René Beauchamps Javier
No sé ustedes, pero recuerdo todo el aparataje de la Policía Nacional de aquel indigno jefe llamado Pedro de Jesús Candelier, buscando al "responsable" del disparo de fusil que acabó con la vida del militar asesino de la era de Balaguer, quien cayó desparramando sus sesos contra el suelo, en una acción que ahora le mataba a él, pero que otras tantas veces ejecutó contra muchos ciudadanos cuando era uno de "los incontrolables" generalotes del Plan Cóndor que lideró los 12 años de dictadura ilustrada.
No quedó un lugar del nordeste de nuestra geografía nacional, que no fuera "peinado" por la Policía buscando a quien ajustició a Beauchamps Javier.
Finalmente, el mismo Pedro de Jesús Candelier, presentó como trofeo policial a un hombre a todas luces tímido y ajeno a lo que estaba pasando y había pasado, a quien identificó con el nombre de Angito, y como el autor material de la muerte del veterano asesino que cayó en su finca de Nagua. ¿Y qué sucedió con Angito? ¿Y qué pasó con Angito?
Caso senador PRD / Dario Gómez
Cinco delincuentes que todo el mundo creía que estaban presos en el penal de La Victoria, llegaron directamente a la casa donde estaba de visita dicho senador, y dispararon en su contra hasta herirlo de muerte.
Mataron al senador cinco delincuentes que se suponía que estaban presos, pero que en realidad estaban andando por las calles y la Policía Nacional nunca reportó que se habían escapado de la cárcel, y tampoco los estaba buscando. ¿Parecido al largometraje Copelín y el Arbitrario?
Carlos Manuel Gerónimo Alfonseca, alias Carlos Collares, uno de los que asesinaron al senador, dijo una vez fue reapresado, que iba a hablar todo; pero inmediatamente fue asesinado por otro reo. ¿De qué todo iba a hablar "Carlos Collares" que de pronto fue silenciado con la muerte?
De los demás que participaron en la muerte del legislador, o sea, Domingo Daniel Minaya Jiménez o Pedro Domingo Lugo, alias Domingo La Ford o El Mago; Ramón Antonio Rosario Taveras, alias El gringo; Ernesto Antonio Meléndez Vásquez, alias El chino; y Pedro Urbano Piña, alias Kelly , jamás se ha sabido nada, y jamás se supo cómo cuando debieron haber estado cumpliendo prisión por diversos delitos, estaban todos en libertad para asesinar al senador Dario Gómez.
Y siguiendo con el Caso senador PRD / Dario Gómez
¿Qué sucedió con el confeso sicario que se auto identificó como responsable de 38 asesinatos, Carlos Everst Fornier; y quien en pleno programa de TV le dijo a Cesar Medina que el autor intelectual de la muerte del senador fue el general Bencosme Candelier, mismo que lo habría querido contratar para que hiciera el "trabajo" sucio?
"Usted está dañando bien ganadas reputaciones", escuché personalmente que le recriminó Cesar Medina al confeso sicario Carlos Evertz Fuornier.
Caso Lohara Tavárez
Víctor Alfonso Brito Vásquez, alias El guachi, quien confesó haber sido el autor material de la muerte de la joven Lohara, fue asesinado como para "descomplicarle" la situación a María Magdalena Marizán Flores, la mujer a quien él había identificado como la persona que lo contrató para cometer el crimen contra la joven de 19 años y estudiante de arquitectura, Lohara Tavárez.
Siguiendo la misma mística, también fue asesinado Ambiorix Valerio, agente de AMET, quien habría dicho que escuchó algunos gritos de una mujer pidiendo auxilio, y que podría reconocer a uno de los probables asesinos de la joven Lohara.
Otro ciudadano asesinado fue Juan Alberto Paulino Concepción, el taxista que transportó desde La Vega hasta San Francisco de Macorís, a los sicarios que contrató María Magdalena Marizán Flores para que asesinaran a Lohara.
Caso teniente coronel Pedro de la Cruz de la Cruz
Este oficial superior que ejerció una carrera policial impecable, a decir de quienes le conocieron y de la población de San José de Ocoa, provincia en la que estuvo como comandante de la uniformada, al momento de su muerte se desempeñaba como funcionario de la Dirección Central Antinarcóticos de la Policía Nacional.
Recuerdo que en un primer momento la Policía descartó que dicho crimen estuviera relacionado con el robo, debido a que al malogrado oficial no le sustrajeron su arma de reglamento ni ninguna otra pertenencia. Se desplazaba en su vehículo y le dispararon desde una motocicleta en marcha.
Recuerdo que también salió a relucir que el oficial había denunciado cómo dos ayudantes fiscales del Ministerio Público recibieron sobornos de medio millón de pesos cada uno, y que era él quien estaba al frente de esa investigación.
No se reveló sin embargo, los nombres de esos dos presuntos ayudantes fiscales del Ministerio Público, pero de repente, y sin ninguna evidencia para la cual, la Policía cambió su primera versión que descartaba el robo, para decir que sí fue el robo, y que el responsable del crimen era un tal Ángelo Jeancarlos De León, alias Cacón.
¿Qué sucedió con Cacón?
Según cuentan sus vecinos, Ángelo Jeancarlos De León, alias Cacón, fue apresado mientras dormía en su casa y subido a una patrulla desarmado y esposado, aunque luego veríamos a la Policía declarando a la prensa, que dicho acusado había enfrentado a los agentes del orden, y que había muerto en un intercambio de disparo. ¿?
¿Quien asesinó al teniente coronel Pedro de la Cruz de la Cruz, y por qué? Eso tal vez nunca se sabrá, no al menos públicamente.
Caso Eduardo Baldera Gómez
Y qué decir del caso Baldera Gómez; de cómo la Policía Nacional, no obstante haber apresado a cada uno de los dizque implicados en el supuesto secuestro de aquel joven, se las ingenió para asesinarlos en un "intercambio de disparos".
Y por fin, dinos, Rafael Guillermo Guzmán Fermín, ¿qué fue lo que hubo detrás del "secuestro" de Eduardo Baldera Gómez?
Y Juan Almonte, ¿dónde está?
Juan Almonte fue otro ciudadano que la Policía Nacional vinculó al "secuestro" de Eduardo Baldera Gómez. A Juan Almonte, según lo admitió la misma Policía en su momento, lo habían arrestado y estaba siendo investigado. Pero nunca se lo volvería a ver, ni vivo ni muerto, y nos preguntamos, Policía Nacional, ¿dónde está Juan Almonte?
La Policía Nacional dominicana no es una institución confiable, y antes de merecernos respeto, debería merecernos miedo, mucho miedo, terror!
Mi sentido común y mi inteligencia, no me permiten aceptar como razonable la versión de la Policía Nacional en cuanto al asesinato de Claudio Nasco. Sin embargo, no tengo cómo demostrar que esa versión sea una farsa...
Les aseguro, eso sí -no lo olviden- que si hay millonarios, militares, policías, empresarios o políticos detrás de la muerte de Claudio Nasco, los hasta ahora acusados por la Policía Nacional, Oscar Perez, alias Yandel; Luis Manuel Estévez Ponciano, alias Macuto; y Joel Rafael Rodríguez, alias Pateo; los tres, o al menos Oscar Perez, alias Yandel (el principal entre los tres), no sobrevivirá al año de prisión coercitiva que se le ha impuesto en lo que "se completa" la investigación del caso.
Y "La soga", ¿dónde está?
No hay comentarios:
Publicar un comentario